Las calderas de condensación son equipos que cuentan con una elevada eficiencia energética porque su funcionamiento está basado en el aprovechamiento del calor presente en los humos de combustión.
Este procedimiento reduce considerablemente el consumo de combustible y, en consecuencia, la emisión de sustancias nocivas.
Debido a la contaminación, el momento actual requiere de aparatos de climatización que tengan estas características.
Los fabricantes de calderas de condensación lo han entendido a la perfección y es por eso que encontramos equipos altamente eficientes que ofrecen un excelente confort térmico.
Principios básicos de condensación
Sin ponernos demasiado técnicos, es pertinente explicar qué es la condensación para entender el funcionamiento de estas calderas.
Es el proceso físico que consiste en el paso de una sustancia gaseosa a líquida. Este cambio de fase genera una cantidad de energía que se conoce como calor latente.
En consecuencia, esta técnica fuerza a que los gases de combustión condense y se logre un aprovechamiento de la energía latente en el vapor de agua.
El principal beneficio es que se reducen considerablemente las pérdidas de humos nocivos para el medio ambiente.
¿Qué ventajas tienen las calderas de condensación?
Con la instalación de una caldera de condensación, tendrás un ahorro energético de alrededor del 25% en la factura de gas.
Esto es debido a que tiene la capacidad de aprovechar buena parte del calor que se pierde en forma de vapor de agua en el humo de la combustión, generando un rendimiento extra que consume menos gas (entre un 15 y 30 %).
Otra de las grandes ventajas que nos proporcionan las calderas de condensación es que necesita menos combustible para funcionar.
Esto es debido a que adapta su potencia de funcionamiento a las necesidades de cada instalación, evitando arranques y paros continuos.
Por último, entre sus principales beneficios, como emiten menos gases contaminan mucho menos el medio ambiente que otras estufas.