Longanizas

Mantén tu alimentación con productos como las longanizas

Con las longanizas podrás transformar tu cocina en un centro de recetas riquísismas y variadas

El sabor ibérico más inesperado tanto si son frescas como cocinadas te lo proporcionarán cualquiera de las longanizas de esta selección

Con las longanizas podrás transformar tu cocina en un centro de recetas riquísismas y variadas

Otro de los embutidos fundamentales de la gastronomía española es la longaniza, a menudo confundido con el chorizo. Ambos se preparan y condimentan de la misma manera, aunque la longaniza tiene la característica de ser más larga y fina.

Si bien se prepara en varios países, es un embutido originario de España, en donde se producen de diferentes formas según la región autóctona.

La longaniza puede comerse cruda tras dejar curar o, si no ha pasado por este proceso, freír y luego degustar o agregar a una receta.

Tipos de longaniza existentes

Longaniza de Aragón

Una de las más populares es la que se produce en esta parte del país, en donde se utiliza carne de cerdo bien picada -que suele ser 70% magro y 30% papada- condimentada con pimienta, sal, anís, tomillo, nuez moscada y otras especias naturales.

Es embutida en la tripa natural del animal y conservada en “parras” de arcilla al aire libre. Por último, suele tener entre 20 y 70 cm de largura.

Entre las longanizas de Aragón más destacadas, encontramos la que se fabrica en Graus (Huesca) y las de Fuentes de Ebro (Zaragoza). Esta última tiene la particularidad de tener un toque de canela y anís que la hace propicia para la receta de huevos al salmorejo.

Longaniza de Navarra

A esta longaniza se la conoce como “morcilla blanca” porque en lugar de sangre tiene arroz cocido, huevo, perejil, azafrán, tocino y otras especias.

Por estas características es un embutido que tiene un sabor muy especial, diferente al del resto de los alimentos de este tipo.

Es un producto emparentado con las fiestas regionales, aunque se puede conseguir en cualquier momento del año.

Longaniza Catalana

Las longanizas elaboradas en Catalunya están hechas de carnes magras de cerdo y panceta picada, adobada con pimienta negra y sal. Son embutidas en el intestino delgado.

Existen varios tipos de alimentos de este tipo. En concreto hablamos de: espetec, secallona, testec, fuet, Llonganissa y somalía.

Debido a toda esta variedad de embutidos, encontramos diversidad de sabores, que suele depender del proceso de secado, la carne utilizada y la pimienta.

Si bien se elabora en toda Catalunya, la comarca de Osona es el lugar en donde más se fabrican porque reúne las condiciones necesarias para una producción de calidad.

La variedad de longaniza más consumida es la Llonganissa, o salchichón de Vic, que es la más gruesa de todas.

Longaniza Valenciana

Con una longitud en torno a los 10 centímetros, la longaniza valenciana también se conoce como “Llonganissa”.

Por su tamaño y grosor, se suele emparentar con el chorizo. Es por eso que muchas personas lo cocinan a la parrilla o a la plancha.

Longaniza de Avilés

Este embutido oriundo de Asturias tiene un sabor inconfundible debido al proceso de ahumado durante su elaboración.

Además, está muy bien condimentado con especias de la región, lo que sin dudas también influye en el resultado final.

¿Cuáles son los beneficios de la longaniza ibérica?

Al igual que otros embutidos ibéricos, la longaniza tiene un alto contenido proteico, razón por la cual es un alimento indispensable para niños y adolescentes en crecimientos y mujeres embarazadas.

Además, las proteínas son fundamentales para fortificar la masa muscular, especialmente si somos deportistas.

También, contiene vitamina B1 y B3 que son favorables para la circulación de la sangre y para tratar enfermedades como la diabetes.

Recetas con longaniza

Muchas personas creen que la longaniza es un embutido perfecto solamente para tapas, sandwiches o consumir en rodajas.

La realidad es que se pueden elaborar una serie de platos sabrosos para disfrutar solos, en pareja o con amigos.

Si eres de los que disfruta de un desayuno bien cargado, puedes combinar el embutido con un delicioso pan con queso crema, guacamole y aceite de oliva.

Uno de los platos más deliciosos que podemos hacer es la longaniza al vino, acompañado de caldos, quesos, especias y algún puré de patata.

Por otra parte, el huevo frito siempre va muy bien con los embutidos ibéricos y, además, son comidas fáciles de preparar.

Otro ingrediente que potencia el sabor del embutido es, sin lugar a dudas, la cebolla (¡Qué delicia una tortilla rellena de cebolla y longaniza!).

Si eres un fanático de las brasas, puedes agregar a la parrilla una exquisita longaniza ibérica para acompañar otros cortes de carne.

Al igual que otros embutidos ibéricos, este también es ideal para cocinar guisos de patatas, verduras, arroz o legumbres.

En consecuencia, son realmente varios los platos que podemos hacer con este tradicional embutido español.

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