“La paciencia es una virtud” sostienen muchos. Y la verdad, en lo que respecta a la cocina, no cabe ninguna duda de que es así. Por esta razón, una olla de cocción lenta, conocida también como slow cooker, es un electrodoméstico fundamental para preparar nuestros platos preferidos.
Quienes cocinamos a diario, sabemos que cada plato necesita tiempo, algunos más, otros menos. Pero apurar la cocción, en general, siempre arruina la comida.
En un contexto en el que todos vivimos a mil revoluciones por minuto, haciendo varias cosas al mismo tiempo, este tipo de ollas logran mantener una temperatura constante durante mucho tiempo.
Esto significa que podemos dejar los ingredientes cocinándose mientras trabajamos en el ordenador o vemos televisión sin temor a que el plato se arruine.
Pero lo más importante es cómo se lleva a cabo esta cocción lenta, puesto que si la comida pierde propiedades nutritivas no servirá de nada todo este proceso.
Aquí también estas ollas se destacan porque logran que los alimentos mantengan gran parte de sus propiedades.
¿Qué características tiene la olla de cocción lenta?
Las ollas de cocción lenta están compuestas de varias partes que explican su extraordinario funcionamiento.
En primer lugar, cuentan con carcasa exterior que se conecta a la electricidad y allí se encuentran las resistencias que transmiten el característico calor constante para mantener la temperatura durante largo rato.
También, tienen una cazuela extraíble de cerámica que se suele emplear para llevar el alimento a la mesa y servir. Además, se pueden meter en el horno para conseguir un dorado extra en determinados platos.
El cuadro de mandos, por su parte, posibilita que ajustemos la potencia de la olla según nuestras necesidades y, al mismo tiempo, programemos los tiempos en función del plato que vamos a elaborar.
Por último, cuentan con una tapa, que en general es transparente para que no se pierda la temperatura en medio de la cocción.
¿Cómo usar una olla de cocción lenta?
Utilizar una olla de cocción lenta no supone grandes complicaciones, simplemente tenemos que tener en cuenta algunas consideraciones.
En primer lugar, es importante no freír verduras ni sellar carne en este electrodoméstico (esto hay que hacerlo en sartenes aparte).
La puesta en funcionamiento es muy sencilla. Ponemos los ingredientes, programamos los tiempos y fin del asunto.
Una vez pasado el tiempo estipulado, si has seguido la receta correctamente, el plato va a estar listo para disfrutar.
¿Qué platos puedo cocinar?
Las ollas de cocción lenta son electrodomésticos sumamente versátiles, puesto que podemos cocinar todo tipo de platos.
Es que podemos preparar guisos de carne, legumbres (lentejas, garbanzos y mucho más), verduras asadas, pescados, pollo, arroz con leche… En fin, de todo.
Por último, cualquiera puede pensar que por funcionar durante mucho tiempo es un electrodoméstico que consume muchísima energía.
Pues, esto no es así en el caso de las ollas de cocción porque trabajan a temperaturas muy bajas, por lo que la potencia es mínima.
En consecuencia, no cabe ninguna duda de que este electrodoméstico no puede faltar en la cocina de cualquier persona que sigue una dieta sana.