Al igual que el jamón ibérico, la paleta proviene de la pata del cerdo pero tienen diferencias notorias que es preciso conocer antes de comprar el alimento. Es que tienen métodos de salazón, secado y maduración similares, lo que hace que muchas veces sea difícil distinguir a uno del otro.
¿Cómo diferenciar la paleta del jamón ibérico?
La primera diferencia clara entre ambos alimentos ibéricos está en el tamaño. El jamón proviene de la pata trasera del animal, por lo que es más pesada (entre 6,5 y 8,5 kg).
La paleta, por su parte, viene de la pata delantera y pesa entre 4 y 5,5 kg, con una morfología más delgada y menos redondeada.
En lo que respecta al sabor, si no somos expertos, puede parecernos que son iguales. Pero hay diferencias también para el paladar.
Es que la paleta es más intensa y potente porque tiene un menor tiempo de curación (entre 12 y 24 meses, frente a 15 y 36 del jamón). Esta cualidad hace, además, que sea más grasosa.
Por último, al ser más pequeña y tener un mayor porcentaje de grasa, es un alimento más económico.
¿Qué tipos de la paleta ibérica existen y cuáles son sus etiquetados?
Al igual que con el jamón ibérico, podemos distinguir los diferentes tipos de paleta gracias a su etiquetado.
Color negro
El etiquetado negro significa que las paletas ibéricas provienen de cerdos 100% ibéricos, criados en libertad y alimentándose de bellota.
Color rojo
Este color significa que los cerdos ibéricos son cruzados con la raza duroc, por lo que la pureza ibérica va desde el 50% hasta el 75%.
Los animales son criados en libertad y alimentados las últimas semanas con bellota, factor decisivo para su exquisito sabor.
Color verde
Este etiquetado hace alusión a las paletas de cerdos ibéricos alimentados con pienso en explotaciones al aire libre o en dehesa.
En esta ocasión, se pueden utilizar animales 100% ibéricos o cruzarlos con otras razas para tener una pureza de 50% o 75%. Para no tener dudas sobre el porcentaje, tienes que detenerte en la vitola.
Color blanco
Por último, el color del etiquetado de este tipo de paleta ibérica hace alusión a que el cerdo ha crecido en explotaciones cerradas y alimentado con piensos.
Recetas paleta ibérica
Al igual que sucede con el jamón ibérico, la paleta es un alimento sumamente versátil, que podemos incluir en cualquier plato del día.
Como tiene un porcentaje de fibras musculares mayor, es perfecta para hacer al horno, a una temperatura media, y dejarla cocinar un buen rato.
Es por eso que el plato más popular es el clásico cerdo al horno, bien condimentado con verduras y un poco de vino.
Pero también, al igual que con el jamón ibérico, puede disfrutarse en raciones, tapas y sandwiches sin ningún problema.
Además, puede incluirse en varios platos para potenciar su sabor, como por ejemplo la clásica tortilla española.
Por otra parte, agregar paleta en la elaboración de croquetas también es una excelente manera de aprovechar las bondades del alimento.
Tallarines con puerro es otro plato ideal para utilizar este ingrediente en la cocina y potenciar el sabor.
Pero también va muy bien como relleno de la trucha, en un salteado de verduras o en un invernal guiso con albóndigas. En resumen, es muy versátil.
¿Cuáles son los beneficios de la paleta ibérica?
El consumo de la paleta ibérica trae importantes beneficios para el organismo, especialmente si el nivel de pureza es del 100%.
En primer lugar, este alimento proporciona ácidos grasos insaturados que son altamente “cardiosaludables”.
Por otra parte, la grasa del cerdo ibérico produce un efecto beneficioso sobre el colesterol en sangre gracias a su alto contenido de ácido oleico.
A su vez, las vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico hacen de la paleta un alimento beneficioso para el sistema nervioso central.
En lo que refiere a sus calorías, un consumo diario de 100 gramos proporciona 250 kcal -similar al pan-, por lo que si comes moderadamente no va a perjudicar tu salud.
