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Más necesarios que nunca te proponemos una amplia lista de compra de termómetros para la frente

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Un botiquín doméstico necesita de termómetros clínicos como los de esta sección para estar completo

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La sección donde puedes encontrar la selección de ofertas de termómetros para el oído

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CATEGORÍAS DE Termómetros clínicos

  • Termómetros digitales con fácil lectura de resultados, adecuados para el control de la temperatura de manera eficaz de cara a una buena salud

  • Controla con esta selección de termómetros infrarrojos la temperatura sin contacto, ideales para establecimientos de atención al público

  • Estos termómetros para el oído son una alternativa rápida y fiable para medir la temperatura de los los niños a partir de una determinada edad

  • La ventaja de estos termómetros para la frente es que te darán una lectura fiable sin invadir el espacio corporal, adecuados para una lectura precisa y rápida

Los termómetros clínicos te permiten observar síntomas

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Una gran selección de termómetros clínicos que permiten evaluar rápidamente tu estado de salud

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En este contexto pandémico, los termómetros clínicos se han convertido en un elemento clave porque determinan con precisión si tenemos o no fiebre, uno de los síntomas de la enfermedad que paralizó al mundo.

Esto es debido a que es el instrumento más fiable para conocer la temperatura corporal de las personas.

Antes de la COVID-19 se utilizaba solo en ambientes médicos, pero ahora muchas personas lo compran para tener en su casa o para controlar la temperatura de la gente que entra a su negocio.

Es por eso que sus ventas se han disparado notablemente, ya que todos queremos tener uno en casa antes de correr el riesgo de ir a una clínica u hospital.

Son herramientas que todos conocemos desde que somos chicos, ya que nuestros padres solían utilizarlo para medir la temperatura del cuerpo y determinar si teníamos gripe.

El desarrollo médico y tecnológico ha permitido la creación de diferentes tipos de termómetros, con funciones distintas.

En este sentido, hay dispositivos de mercurio -los tubos clásicos-, digitales y los flamantes infrarrojos, que miden la temperatura sin necesidad de tener contacto con la persona.

Estos últimos termómetros son los que más vemos a diario desde que se propagó el virus, en hospitales, aeropuertos, supermercados, farmacias, ingresos a los estadios de fútbol y cualquier otro sitio que esté abierto y controle a quienes ingresan.

Son perfectos porque, al no tener necesidad de tocar a la persona, el procedimiento se simplifica muchísimo, reduciendo los riesgos de contagio. Y, además, su medición es rápida y fiable.

Sí aún no los reconoces, estamos hablando de los que tienen forma de pequeña pistolita y que muestra el resultado en una pantalla.

Por otra parte, los termómetros clínicos digitales, y en mucha menor medida los de mercurio, pueden ser una excelente opción para controlarnos en casa.

Independientemente de cuál nos interese más, tenemos que tener en claro que es un elemento fundamental en este particular contexto.

Es que, como ya todos sabemos, la fiebre es uno de los principales síntomas de esta enfermedad que está haciendo estragos en la salud y economía del mundo entero.

Caso contrario, si no tenemos un termómetro en casa, tendremos que ir a una clínica u hospital, con los riesgos que implica en estos momentos.

Con un dispositivo de estos en casa, en pocos segundos sabremos si estamos afiebrados o simplemente es un susto.

Por otro lado, si tienes una tienda gastronómica, o algún otro negocio en el que recibas gente constantemente, es prácticamente una obligación revisar la temperatura de todos los que ingresan.

En consecuencia, si estás buscando cualquiera de estos elementos para medir la temperatura corporal, aquí haremos un informe completo sobre todo lo que tienes que saber alrededor de este elemento

Además, te dejamos algunas recomendaciones, con ofertas increíbles, para que puedas adquirir el termómetro clínico en un sitio de confianza.

¿Qué es un termómetro?

Un termómetro es un aparato diseñado para captar las variaciones de temperaturas de una persona, o aparato, y expresarlo a través a través de medidas que podamos leer.

Existen diferentes tipos de dispositivos, que funcionan de forma muy diferente porque se emplean en ámbitos distintos.

En lo que respecta específicamente al ámbito clínico, podemos distinguir 3 tipos: el tradicional que funciona a través de mercurio, el digital y el infrarrojo.

Mucho ha cambiado desde que apareció el primer termómetro, a finales del siglo XVII. Hoy día, gracias al desarrollo de la tecnología, encontramos artefactos sumamente sofisticados.

Ya hace mucho tiempo que se utiliza en clínicas y hospitales debido a su rapidez y precisión para detectar si una persona tiene fiebre.

La temperatura humana normal se encuentra entre los 35 y 37 grados Celsius, aunque puede haber mínimas variaciones.

Cuando se supera la barrera de los 37,7 grados Celsius, o 38 en personas lactantes, significa que el individuo tiene fiebre.

Como todos sabemos, el aumento de la temperatura corporal puede deberse a un simple resfrío o indicar el principio de una grave enfermedad.

Por esta razón, es tan importante tener un termómetro en casa, ya que si la fiebre persiste hay que dirigirse a un centro médico.

Desde que la COVID-19 empezó a hacer estragos en la salud y economía de todo el mundo, este dispositivo es trascendental para nuestra cotidianidad.

Es que nos permite conocer, en tiempo récord, la temperatura corporal del cuerpo. De esta forma, podemos saber si realmente tenemos fiebre -y necesitamos atención médica- o simplemente es un susto.

Breve historia del termómetro

El termómetro es un elemento que tiene cientos de años de historia. La primera versión apareció en el siglo XVII, fue llamada “termoscopio” y la inventó el reconocido astrónomo Galileo Galilei.

Era un tubo de vidrio que terminaba en una esfera cerrada. El extremo abierto se sumergía boca abajo dentro de una mezcla de alcohol y agua, mientras que la esfera quedaba en la parte superior.

Al calentar el termoscopio, el líquido subía por el tubo y se tenía una noción sobre la temperatura. Luego, para que el artefacto sea más exacto, se le agregó una escala numérica que simplificó mucho más la medición.

Desde entonces, fueron apareciendo nuevos termómetros, con un funcionamiento cada vez más simple. El más popular fue aquel que usaba mercurio para establecer si una persona tenía fiebre.

Por muchos años, estos elementos fueron extremadamente eficientes para medir la temperatura corporal de las personas, razón por la cual eran utilizados en clínicas y hospitales.

En paralelo, se fueron inventando termómetros catalogados como “industriales”, empleados en determinados rubros.

Este tipo de herramientas tienen un funcionamiento extremadamente complejo, ya que sus mediciones son mucho más altas que aquellos que se emplean en la medición corporal de las personas.

Pero lo que nos interesa aquí son los termómetros clínicos. Todo cambió en el ámbito médico tras la invención de los termómetros digitales, que desplazaron a su antecesor por ser más seguros, rápidos y fiables.

Se trata de un dispositivo similar en su forma, pero con un funcionamiento totalmente diferente, ya que utilizan circuitos electrónicos para convertir en números las pequeñas variaciones de tensión obtenidas, mostrando la temperatura en una pequeña pantalla.

Por último, dentro de los digitales, encontramos los termómetros infrarrojos que, como su nombre lo dice, se basan en rayos infrarrojos.

Su popularidad ha crecido exponencialmente durante la pandemia porque tienen la capacidad de medir la temperatura sin entrar en contacto con la persona, lo que lo ha convertido en una herramienta clave para estos momentos.

Tipos de termómetros clínicos

Si bien existen varios tipos de termómetros -muchos se emplean en fábricas- nos detendremos en los tres tipos distintivos que se usan en clínicas y hospitales.

El primero es el clásico de mercurio -o de vidrio-, que muchos recordamos de la infancia, cuando nuestros padres, o el pediatra, lo empleaban para saber si teníamos o no fiebre.

En estos casos, se lo coloca en algún sitio del cuerpo, en general debajo del brazo o en la boca, y se espera unos minutos hasta tener el resultado.

Durante ese ratito, el mercurio, al entrar en contacto con la piel, se dilata como reacción física y sube por el tubo, indicando la temperatura corporal.

Desde la irrupción de los termómetros digitales, este tipo de herramientas han dejado de utilizarse en prácticamente todas las clínicas y hospitales.

Es que, además de ser más rápidos y fiables, el mercurio es una sustancia que puede resultar peligroso para el cuerpo, por lo que su uso no es recomendable.

Estos elementos miden la temperatura corporal a través de un dispositivo transductor, convirtiendo las pequeñas variaciones de tensión obtenidas en números mediante circuitos electrónicos.

El resultado final se muestra en una pantalla digital, en pocos segundos, y con un gran nivel de precisión.

Actualmente, debido a su eficaz funcionamiento, estos termómetros se usan masivamente en clínicas y hospitales y también millones de personas lo compran para tenerlo en su casa.

Los dispositivos infrarrojos, un desprendimiento de los digitales, han facilitado aún mucho más la medición corporal.

Su principal cualidad es que posibilita conocer la temperatura de las personas sin necesidad de entrar en contacto.

A diferencia de los dos anteriores, el funcionamiento de estos dispositivos no se basa ni en los cambios de energía en una resistencia eléctrica, ni mucho menos en las propiedades térmicas de un líquido. Todo pasa por las radiaciones que emiten todos los cuerpos físicos.

En otras palabras, el termómetro infrarrojo logra captar todas las variaciones en la radiación infrarroja que emitimos.

El procedimiento es muy sencillo, puesto que se coloca el dispositivo a unos centímetros del cuerpo, en general de la frente, y, tras unos pocos segundos, se refleja el resultado en una pantalla digital.

Si bien ya han pasado varios años desde su invención, este año han crecido en popularidad debido a la pandemia de coronavirus.

Es que la posibilidad de testear a las personas sin entrar en contacto con ellas lo ha convertido en una herramienta fundamental.

Además de clínicas y hospitales, su uso se extendió a otros ambientes en los que se recibe gente regularmente, como supermercados y restaurantes.

En este sentido, prácticamente todos los negocios que a diario reciben personas deben controlar la temperatura corporal de todos los que ingresan. Así lo establecen la gran mayoría de los protocolos de seguridad.

Sin dudas, los termómetros digitales presentan diversas ventajas frente a los tradicionales de mercurio, como su rápida respuesta, fácil lectura y fiabilidad.

Por otra parte, el mercurio es un elemento químico altamente contaminante para el medio ambiente y, en consecuencia, peligroso para el organismo.

Es momento, entonces, de echar un vistazo en profundidad sobre los dos termómetros clínicos más utilizados del momento.

Termómetro infrarrojo muñecas

Otro lugar del cuerpo en donde nos podemos medir la temperatura corporal es en las muñecas, mediante un procedimiento extremadamente sencillo.

Es que solo hay que colocar el termómetro debajo de las manos y esperar uno o dos segundos hasta que esté el resultado.

Al igual que sucede con las mediciones en los oídos, varios especialistas han recalcado que no es la mejor forma de saber con precisión si tenemos o no fiebre.

Es que las muñecas no aseguran un resultado tan fiable como sí lo hacen los procedimientos que se llevan a cabo en la frente.

Pero emplearlo en esta región del cuerpo puede ser una buena opción si lo que queremos es comparar números.

La medición va a depender del termómetro

Independientemente de la zona del cuerpo en la que usemos el termómetro, está claro que para tener un resultado fiable es fundamental la calidad del dispositivo.

Como han pasado con otros elementos que se popularizaron con la pandemia, como las mascarillas y los geles desinfectantes, han aparecido todo tipo de aparatos para medir la temperatura corporal.

Lamentablemente, han aparecido varios termómetros que no funcionan bien y, en consecuencia, su utilización es estéril.

Por eso, es fundamental que compremos un dispositivo que nos dé tranquilidad y seguridad al momento de medir la temperatura corporal.

No han sido pocas las personas que, una vez desatada la pandemia, compraron termómetros que no funcionaban como esperaban o se les rompió a las pocas semanas de haberlo adquirido.

Para evitar que te suceda lo mismo, hemos preparado un listado con los mejores dispositivos de la actualidad.

Todos están desarrollados por fabricantes prestigiosos, con gran experiencia en el rubro, que aseguran máxima calidad.

Si necesitas un termómetro infrarrojo para tu casa, tienda o supermercado, no tengas dudas de que vas a encontrar lo que buscas.

¿Termómetros digitales o infrarrojos?

Esta es una pregunta que todos nos hacemos al momento de comprar un termómetro clínico para nuestra casa o negocio.

Ha quedado más que claro que son dispositivos que tienen notorias diferencias en su utilización y funcionamiento.

Por supuesto que el presupuesto es un factor muy influyente y que, en ocasiones, nos limita. Pero hay otras cuestiones importantes también.

Tenemos que tener en claro que, en este contexto, un termómetro digital es una herramienta trascendental.

Esto es debido a que nos permite saber, en pocos segundos, si tenemos o no fiebre, uno de los síntomas de coronavirus.

Por esta razón, el primer consejo es comprar un termómetro de calidad, que nos asegura que los resultados son certeros.

Luego, debemos diferenciar entre aquellos que le van a dar un uso hogareño de los que lo precisan para su negocio.

Para utilizarlo en casa, quizás baste con adquirir un termómetro digital clásico, ya que su utilización es muy fácil y no necesitamos un resultado en lo inmediato.

Ahora bien ,distinto es si tenemos un negocio en el que recibamos gente constantemente, como por ejemplo un supermercado o restaurante.

Para estos casos, sin dudas, no hay nada mejor que comprar un termómetro infrarrojo, por la sencilla razón de que tarda muy poco tiempo en tomar la fiebre (uno o dos segundos).

Con esta herramienta, se agiliza mucho el ingreso de las personas (¿Te imaginas lo que demoraría la entrada a tu negocio si tuvieras que usar uno clínico digital?.

Si bien tienen funcionamientos diferentes, ambos termómetros aseguran resultados fiables, aunque en la velocidad el infrarrojo saca una gran ventaja.

Por supuesto que, como en cualquier otro producto, todo depende también del fabricante, ya que, debido al auge de sus ventas, han aparecido dispositivos de muy baja calidad.

Recomendaciones de uso

Independientemente del termómetro que compres, hay que tener en claro que son objetos sensibles, que requieren de un cuidado especial.

Lo más importante es que el dispositivo siempre debe estar limpio antes de utilizarlo, para evitar que nos juegue una mala pasada.

Y, tras su uso, hay que higienizar el termómetro para que esté en óptimas condiciones para la próxima vez que lo necesitemos.

El sitio en donde lo guardemos es otro punto fundamental, ya que son artefactos -los dos- que no deben estar expuestos a altas temperaturas porque su funcionamiento puede verse notablemente perjudicado.

Por otra parte, hay que manipularlos siempre con cuidado porque los termómetros clínicos son muy sensibles.

Un mal movimiento, una caída o un roce pueden afectar su funcionamiento o romper el dispositivo en varios pedazos. En este sentido, se recomienda también mantenerlos lejos del alcance de niños y mascotas.

Por último, en lo que hace particularmente a los termómetros infrarrojos, hay que evitar pasar los dedos por el lente.

Precios termómetros clínicos

Los precios de los termómetros clínicos varían según su tipo, fabricante y funcionamiento, principalmente.

Por supuesto que por las características analizadas, el infrarrojo es más costoso que el digital, ya que tiene un sistema más complejo que permite tomar la fiebre sin tener que entrar en contacto con el otro.

Además, son dispositivos más rápidos, un aspecto clave si necesitas controlar a mucha gente al mismo tiempo.

Por esta razón, existe esta clara diferencia en los precios, aunque tampoco creas que son dispositivos impagables. Hay excelentes opciones económicas.

Una vez decidido cuál queremos, lo primero en lo que nos tenemos que fijar es en la marca, más ahora que estos productos son extremadamente importantes.

Una firma que nos asegure confianza y tranquilidad es clave para que el termómetro funcione a la perfección.

Afortunadamente, en la actualidad hay varios fabricantes destacados que ofrecen termómetros clínicos de calidad a muy buenos precios.

¿Dónde comprar termómetro clínico?

La pandemia de coronavirus transformó a los termómetros clínicos en una herramienta fundamental para todos.

Si bien antes ya lo era para las clínicas y hospitales, ahora queremos tener uno en casa o en nuestra tienda por si acaso levantamos fiebre.

Esta cualidad, la de poder tomarnos la temperatura corporal en tiempo récord, es lo que lo ha convertido en un elemento tan importante.

Lamentablemente, no fueron pocos los que quisieron sacar un rédito económico de esta trágica situación aumentando los precios de los termómetros.

Es por eso que encontrar un sitio de confianza para llevar a cabo la compra puede ser sumamente dificultoso.

En Periodismo Digital hemos preparado un listado con los mejores sitios en los que puedes adquirir termómetros clínicos, tanto digitales como infrarrojos.

Encontrarás una gran diversidad de productos, muchos de ellos con funciones sofisticadas -como la vibración cuando culmina la medición- para que puedas encontrar lo que buscas.

Es que sabemos muy bien que hay personas que necesitan el termómetro para su hogar y otras para su negocio, debido a que tienen que controlar el ingreso de gente constantemente.

Por otra parte, un aspecto clave es que todos los elementos están homologados, es decir, aprobados por los organismo correspondientes.

Sin lugar a dudas, este aspecto te da la tranquilidad y seguridad que buscas para que el dispositivo, efectivamente, funcione.

Además, todos vienen con un manual de instrucciones en su caja que explican, paso a paso, cómo se lleva a cabo la medición corporal.

Por último, encontrarás termómetros de los mejores fabricantes del momento, por lo que, si tienes cuidado en su manipulación y mantención, darás con una herramienta con una larga vida útil.

 

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